Esperanza Romero nos recibe en la Galería Arrabal & Cía, localizada en el número 12 del Callejón del Señor, en pleno barrio granadino del Realejo, donde hasta el sábado 11 de noviembre expone un conjunto de 20 piezasy un cuadro bajo el título de ‘Dualidad’.
Tras acceder a la sala podemos abarcar casi todas las obras de una simple mirada y nos sorprende la estratégica disposición de cada una de las esculturas y el objetivo de hacer justicia al título de la muestra pues se puede apreciar nítidametne esa dualidad . Dualidad del blanco y el negro, lo estilizado y lo redondo, pero siempre buscando el equilibrio y el deseo de que se complementen. En tanto Esperanza se va a acercando a una de las esculturas va comentando que con ella pretende mostrar «la dualidad de dos seres de características muy distintas que puedan hermanar y y no competir sino complementarse. Aquí tenemos esta pieza ,por ejemplo, en la que una estructura ondulante reposa sobre una pieza mucho más pequeña que en realidad es la que le da el equilibrio».
A ella le suceden las explicaciones de las siguientes piezas, también duales, y algunas peculiaridades a la hora de su creación. Al fondo de la sala cuelga un cuadro pintado por Esperanza y con el que ha pretendido hacer un juego por primera vez con el cuadro, ‘Esferas’, un plano de dos dimensiones junto a otra espacio tridimensional para realizar un juego que da la sensación de que algunas de las piezas ha salido de la pintura y que son como planetas. «Me gustan mucho los volúmenes. Por regla general son una cosa que siempre me ha apasionado de desde hace mucho tiempo e intento buscar todas las vueltas de rosca que puedo conseguir». En la siguiente pieza se detiene para explicarnos el concepto del “vacío útil” en Historia del Arte y que para ella es «el alma de la pieza», la estructura invisible pero potente que forma ese espacio contenido. Llegado este momento explica que en esta pieza se da otra dualidad ya que admite varias posturas a la hora de colocarla. Le siguen un grupo de maquetas con las que inició este proceso de yuxtaposición, de dualidad de cosas que se complementan sin perder su integridad, y más adelante otras piezas en la que se mezclan arcillas de dos colores, una oscura y otra blanca. Parta terminar nos ofrece detalles de una pieza que nos recuerda a un cactus y que llama la atención por su equilibrio.